Desconfío de la gente que ama más a los animales que a los hombres... específicamente quienes quieren más a los perros que a la gente.
Eso me indica que éstas personas no han tenido la madurez suficiente para reponerse de una herida del pasado, (y como consecuencia, su refugio han sido los animales... específicamente los perros).
El fin de semana, me invitaron a formar parte de un grupo de inversionistas para una causa supuestamente noble; la creación de un albergue para perritos en la ciudad de Guadalupe.
A ver, si les pido que hagamos un albergue para los niños que piden dinero y venden cosas en el crucero de Lázaro Cárdenas y Alfonso Reyes, ¿Trabajarían con el mismo esmero?.
¿Y que tal si les pido que hagamos una colecta para comprar víveres básicos a las personas que viven marginadas en los más de 40 cinturones de pobreza en el área metropolitana de Monterrey?
No es que no me gusten los animales... desde luego que a mí también me gustan mucho los perros y los gatos (Se los dice el que tiene 9 perros y 5 gatos en su casa)...
... pero ¿Cómo confiar en alguien que defiende más a otros seres que a los de su misma especie?... Peor aún, cómo confiar en quien desprecia a los de su misma especie...
"Es más agradecido un perro que una persona"... Ya lo creo... pero también creo que si un perro tiene hambre, no dudaría ni un segundo en morderte... instinto al fin, no los culpo... un perro no tiene la capacidad de sacarte del agujero más profundo... Tu Hermano el Hombre SÍ...
A ustedes, animalistas confundidos y llenos de desprecio a los de su misma especie, les dedico el poema de Nezahualcóyotl
"Amo el canto de zenzontle; pájaro de cuatrocientas voces; amo el color del jade... y el enervante perfume de las flores. Pero más amo a mi hermano, el hombre."
... ya es hora de poner un poco en práctica el verbo del amor a la gente.
Ricardo Koly Siller