No pedí permiso a la autora de éste texto el reproducirlo aquí en mi blog, pero me pareció uno muy emotivo y que vale la pena compartir. Si a caso me lo pidiese, con gusto puedo remover ésta entrada de blog.
Escrito por Luz Elva Herrera:
Ayer Martes, 15 de Mayo por la tarde, en la Ciudad de Monterrey, mientras transitaba de mi lugar de trabajo en la Colonia Tecnológico camino a mi casa, llamó mi atención que una parte de la Calle de Químicos se encontraba acordonada.
Varias patrullas de la policía cerraban el paso, y había grupos de gente en las esquinas, observándolo todo con mirada morbosa, platicando entre ellos, sin perder detalle de lo que pasaba.
Yo no tenía idea de qué había ocurrido, supuse que un robo tal vez, pero no me detuve a preguntar, desvié mi ruta y seguí mi camino.
Anoche mi Hija me aclaró las dudas “Un Estudiante del Tec se suicidó”. Ahí, a unos pasos de donde yo estaba, mientras yo trabajaba, una vida prometedora de escasos 29 años se apagó, al parecer por voluntad propia, lanzándose de un tercer piso.
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Escrito por Luz Elva Herrera:
Ayer Martes, 15 de Mayo por la tarde, en la Ciudad de Monterrey, mientras transitaba de mi lugar de trabajo en la Colonia Tecnológico camino a mi casa, llamó mi atención que una parte de la Calle de Químicos se encontraba acordonada.
Varias patrullas de la policía cerraban el paso, y había grupos de gente en las esquinas, observándolo todo con mirada morbosa, platicando entre ellos, sin perder detalle de lo que pasaba.
Yo no tenía idea de qué había ocurrido, supuse que un robo tal vez, pero no me detuve a preguntar, desvié mi ruta y seguí mi camino.
Anoche mi Hija me aclaró las dudas “Un Estudiante del Tec se suicidó”. Ahí, a unos pasos de donde yo estaba, mientras yo trabajaba, una vida prometedora de escasos 29 años se apagó, al parecer por voluntad propia, lanzándose de un tercer piso.
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