Pareciera que cada vez hay menos espacios para artistas y bandas en dónde toquen y expongan su música, lo cual les roba la oportunidad de desarrollar su nivel artístico (Click Aquí para más información).
En un caso digno de observar, el alcalde de Londres, Boris Johnson está tomando acciones al respecto, alarmado por el creciente número de salas de conciertos que están cerrando en ésta metrópolis británica. Y para eso, dicho alcalde ha lanzado una iniciativa en la que trabajarán en conjunto dueños de salas de conciertos, artistas y músicos, el Ministerio de Cultura... Y cualquiera que esté interesado en sumarse al esfuerzo para revitalizar la escena musical londinense.
¿Por qué las autoridades de una de las mayores urbes del mundo han puesto especial atención al tema de la música, un tema aparentemente reservado para aficionados y autoridades culturales?
¿Y por qué es un tema que merece atención, especialmente a quienes residimos en ciudades latinas o americanas?
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(Aún soy colaborador regular; puedes leer mi trabajo y libros sobre la industria musical en ésta liga: www.LatinMusicWire.com).
El contacto diario con artistas, músicos y bandas independientes, y el escuchar sobre sus problemas en sus carreras musicales nos llevó a observar una realidad innegable con la que se enfrenta cualquiera que desea exponer su arte a un público hoy en día: Cada vez hay menos lugares dónde tocar en vivo.
¿A qué se debe ésto? Depende del contexto; en países occidentales, tiene qué ver con los crecientes costos de las rentas y los bienes raíces, lo cual vuelve casi imposible operar un club nocturno, bar, o incluso un auditorio. En países latinoamericanos, tiene qué ver generalmente con la inseguridad.
En casos generales, tiene qué ver con el hecho de que el lugar no es capaz de atraer grandes audiencias que paguen boleto, aunado con diversos factores que incrementan los costos de mantener y operar el lugar. Dichos factores están presentes en virtualmente todos los países, occidentales o no.
Por esa razón, el reporte de Taskforce (nombre de la iniciativa del alcalde de Londres) resulta relevante en éstas épocas de crisis, ya más allá de proveernos un diagnóstico y recomendaciones sobre ésta problemática que afecta a la industria musical en Inglaterra, nos ofrece un cambio de mentalidad en cuanto a la importancia de las salas de conciertos y su rol en la sociedad, y por qué es necesario rescatar éstos espacios, ya que de ello deriva un impacto real y tangible en la economía y la cultura.
Yo personalmente propongo que el reporte de Taskforce es igualmente relevante, no sólamente en el contexto londinense, sino también en cualquier lugar en donde la música en vivo esté muriendo, puesto que revisar los argumentos de dicho reporte debería proveernos a los residentes de ciudades latinas y americanas un marco de referencia que les haga ver a nuestras propias autoridades por qué la crisis de las salas de conciertos es un tema urgente.
Para ofrecer una mayor perspectiva, las salas de conciertos:
- Tienen un rol importante en la industria musical nacional
- Contribuyen al atractivo de una ciudad como lugar para vivir, visitar y trabajar
- Nutren el talento local y nacional y crean comunidades
- Fermentan la innovación, no sólo en el arte, sino derivadamente también en la actividad empresarial y las start-ups.
- Coadyuvan a posicionar a la ciudad como un polo turístico.
- Están directamente relacionadas con el desarrollo de ciudades universitarias y espacios educativos.
Dicho de otro modo, las salas de conciertos son, por naturaleza y diseño, espacios culturales que toman riesgos y polos de innovación, por lo que merecen al menos ser reconocidos en la política pública de nuestras ciudades.
Además de que también se trata de un tema que debería estar en el debate de economistas, planificadores urbanos, expertos en materia de turismo, profesionistas de la cultura, y líderes de la industria musical.
Resulta interesante también echar una mirada al reporte de ésta iniciativa (La cual puedes revisar haciendo Click Aquí). Específicamente, el reporte sugiere que invertir y administrar recursos (públicos y privados) en salas de conciertos y el talento local es necesario para que todas las partes del ecosistema de la industria musical se revitalicen y subsecuentemente, la sociedad en general pueda capitalizar los beneficios anteriormente mencionados.
Que si dicha iniciativa británica rinda frutos en el mediano o largo plazo, es algo que ya tendremos la oportunidad de ver en el futuro, eso no se niega. Pero no por eso, la iniciativa Taskforce deja de ser un intento admirable al menos por reconocer la pervasividad de éste problema en nuestras comunidades y la importancia vital que la música tiene en la sociedad. Éste esfuerzo debería ser un antecedente para que en el futuro, otras ciudades comencemos a emular iniciativas similares.
Ricardo "Koly" Siller