Les voy a contar una que sucedió hace algún tiempo, que quizás provoque el disgusto de algunos de ustedes, así que amablemente les pido que si se encuentran comiendo o en el trabajo, se abstengan de seguir leyendo... de lo contrario, ¡Disfruten de ésta anécdota!
Pues como consecuencia de la polémica foto de Cristian Castro de hace unas semanas, donde salió medio encuerao el vato, yo al igual que muchos de ustedes no sabía qué era eso del Saiote; hasta que el mismo Cristian lo explicó en una entrevista: El saiote es una tangüita de hilo deshechable que te ponen cuando vas a que te hagan un masaje.
... Y pos con eso tuve pá acordarme de una anécdota muy wena...
Pos resulta que la familia nos fuimos de vacaciones a Ixtapa-Zihuatanejo. En una de esas, el Rojo y mi amá se fueron por ahi a pasear y Adriana y yo fuimos a que nos hicieran un "masaje desintoxicador" en un spa al que para llevarte, tenías qué ir en lanchita a una isla turística y llena de gente...
Pos no resulta que el mentado "spa" era en realidad un chingado toldo viejo al aire libre en medio de la selva a la orilla de la playa... o sea, figúrense que a la cama de masaje llegaban las olas de la playa...
Bueno, equis... a Adriana la mandaron pá un toldo y a mí pá otro... y quienes te hacían los masajes eran unas indigenitas mixtecas que ni español hablaban, pero eran re-lindísimas, bien amables y bien atentas, las dos señoritas.
La señorita que a mí me tocó era una gigantona que con seguridad rebasaba los 2 metros de alto... ¿Pós qué no se supone que las indígenas son chaparritas?... y pá acabarla de fregar, bien corpulenta, la condenada... al verle las enormes manos prietas, gordas y calludas que tenía, no pude evitar pensar: "¡Ésto se va a poner bueno!"
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Se los juro que no me quedó otra más que sentir vergüenza por que lo único que traía puesto de bajo era una prenda de esas que les llaman "Hamaca de Banana"...
Pá los que no saben qué es una hamaca de banana... búsquelo en Google en imágenes... busquen "banana hammock"... Sí... una de esas traía puesta...
¡No me culpen por eso!... era el 2004, lo "Inn" en ese tiempo era la onda metrosexual... yo juraba y perjuraba que me veía igual de ardientemente sexy como David Beckham con una madre de esas puestas... hoy en día ya no... me da penita y mejor me quedo con la tradicional e infalible trusa teycon de abuelito... o sea, ya cambié y para bien, así que por favor, absténganse de hacerla de pedo
Y pos ahí tienen a la mixteca jirafona riéndose de la pena ajena y toda sonrojada en cuanto me acuesto en la cama de masaje con todo y mi hamaca de banana puesta; esas cosas tienden a que el hilito de atrás se desacomode y pos ahí andas con todo el trasero expuesto y los glúteos al descubierto, en frente de todos los turistas extranjeros que pasaban por ahí... parejas, familias con sus niños, señores paseando con sus perros, grupos de amigas, etc.
Lo peor fué cuando la masajista me levantaba las piernas para seguir haciéndome el masaje, ya que por cada vez que levantaba una pierna, pues era inevitable que se me saliera de lugar un testículo y yo tenía qué volver a acomodarlo manualmente, ante la mirada burlona de todos y todas...
Como producto de las tantas madrizas que me ponen peleando en MMA y Muay Thai, desde hace años procuro ir de perdido una vez cada tres meses a que me hagan masaje deportivo; ya hasta tengo mis lugares favoritos ya sea que me encuentre en Monterrey o el DF
Por lo que la onda del masaje no me es extraña... (Aunque para ser sincero, nunca me habían sugerido ponerme una tanga deshechable como a Cristian... sólo él sabe a qué tipo de spa asiste...)
... y pós al ver a la mixteca de las manos grandotas, realmente sentí que me había ganado la lotería ese día en Ixtapa... realmente uno paga por la calidad de las manos del/la masajista.
Qué equivocado estaba... Se los juro que nunca en la vida había sentido tanta vergüenza en un masaje... y lo peor es que ni siquiera lo disfruté por andar de exhibicionista no intencional.
Elegí un mal día para llevar puesta una hamaca de banana y que toda la gente, tanto turistas que pasaban por ahí, como la masajista, me vieran prácticamente encuerado cual Cristian Castro en esa foto en donde sale con su famoso saiote...
La diferencia es que el saiote de Cristian Castro era deshechable... mi hamaca de banana no...
Ricardo Koly Siller
... Y pos hablando de lugares favoritos a dónde hacer masajes, a la raza de Linares les recomiendo mucho ir con Don Burro, el masajista de los beisbolistas, ya sea en el parque Lopez Mateos o en su casa, atrás de la Orval Kent...
El Don es una chingonada... a una muy querida amiga mía, Don Burro le reparó el cuello, el cual lo tenía "tocado" de años atrás desde un accidente automovilístico y eso le provocaba problemas al dormir... a Iván le reparó la jorobota de Quasimodo (jejejeje)... a mi sobrinillo Pedrillo lo sanó de un golpe en la rodilla que le dieron jugando beisbol...
... y a mí me arregló los huesos de la mano, por lo cual no había podido boxear por un año... aunque me hizo llorar del dolor, el viejo cabrón... para lo cual, al verme todo en lágrimas, me respondió con ese tonito arrancherado tan encantador que nos caracteriza a los que somos de Linares:
"Oye cabrón! Ya ni la chingas! todos los de tu familia que han venido conmigo aguantan como los meros machos y nomás tú eres el único chillón... ya ni por que eres luchador profesional... luchador mis huevos, mamón llorón..."
Se necesita ser un hombre sensible y tan en contacto con sus emociones como yo para usar hamaca de banana y llorar cuando le acomodan los huesos de la mano.
Ricardo Koly Siller