A diario escucho emprendedores, CEO's y empresarios sobre lo difícil que es encontrar talento.
Si bien, es verdad que el potencial no es algo que se encuentre todos los días, el motivo por el cual tu organización no está entregando los resultados esperados no necesariamente se debe a la falta de talento en tu ciudad, comunidad o país.
Para tener una respuesta clara, debemos dar un paso atrás y analizar el tema del Management.
A mí, personalmente, la palabra "Management" me genera problemas y me parece un concepto nada funcional.
Te explico por qué; sigue leyendo:
Dicho de otro modo, la palabra "Management" implica que si yo soy tu manager, yo te manejo como si en lugar de humano, fueras un simple insumo deshechable, o peor aún, un títere.
Lo que ésta forma tradicional de administrar organizaciones provoca, es que los subordinados se coloquen en una posición pasiva, sumisa y receptiva, esperando a ver qué ordenes les da el manager para que puedan actuar.
Dicha posición, inevitablemente desarrolla una relación de dependencia con ese manager, sin que el subordinado pueda ver cual es el resultado final de ese trabajo, mientras que el manager se asume como el propietario de todo el trabajo.
El problema con esa visión es que es mucha responsabilidad para una sola persona, desde el momento en el que debe gestionar todos los pequeños resultados que todas las personas debajo tienen. Visto de éste modo, el management es el principio del fin de la productividad de los equipos.
¿Existe alguna alternativa a esa visión del manager que maneja recursos humanos con hilos cual titiretero?
Desde luego, y para ello, te invito a que hagamos uso de la imaginación por un momento;
Imagínate cómo serían las organizaciones si el líder, en lugar de jalar hacia arriba a las personas, trabajara por levantarlas desde abajo, dándoles responsabilidades importantes y herramientas para que esas personas se levanten sin necesidad de que haya un titiretero (o un manager).
Desde luego, es una concepción que asusta a la gente. Sobre todo a aquellos managers tradicionales que desconocen cual es el trabajo que hacen sus empleados, a aquellos que no tienen la capacidad de prever lo que va a suceder en el futuro, y a aquellos que no se sienten capaces o seguros.
Comprendo que para esas personas, es muy cómodo gestionar en el presente, en la forma de llegar en la mañana a la oficina, revisar la agenda y repartir ordenes, cuando el verdadero trabajo del líder es la gestión del futuro.
Un líder que deja atrás la óptica del manager titiritero y aprende a gestionar hacia el futuro, tiene mayor capacidad de repartir el trabajo y organizarlo con base a objetivos.
A éste tipo de líder, le llamamos líder proyectivo, y su mentalidad tiene la capacidad de cambiar la perspectiva de los colaboradores de su organización, debido a que en lugar de trabajar por una actividad, ellos estarán trabajando por un proyecto cuyo resultado final, no solamente pueden verlo, sino también sentirse parte de él.
Eso es verdadero liderazgo.
Lo común en las organizaciones es que las horas del empleado le pertenecen al manager, quien reparte órdenes a diestra y siniestra en cualquier momento.
¿Que pasaría si hubiera un cierto tipo de organización en donde no fuera necesario pedirle a la gente que se quedara, ya que ellos están lo suficientemente empoderados para gestionar el tiempo de manera que estén programados para un resultado en el futuro y en base a objetivos claros y definidos?, de modo que no tuviéramos qué andar persiguiendo a la gente, y el líder no esté a la incertidumbre acerca de qué es lo que están haciendo los colaboradores.
Esta visión a mí me es obsesionante e interesante, ya que si la observas de cerca, y llevada a su extremo lógico, te darás cuenta que hay cosas que no eran necesarias: oficinas, horarios, etc.
Si tu le dieras una oportunidad a éste modelo de liderazgo, te sorprenderrías de lo bien que puede reaccionar la gente, de lo fácil que es alcanzar resultados si antes realizas el trabajo de la gestión del futuro y del liderazgo proyectivo.
Imagínate que tuviéramos organizaciones realmente productivas sin horarios de trabajo, en donde el Lunes no fuera un día hábil o que simplemente pudiéramos prescindir del modelo de trabajo de tiempo completo.
Imagínalo, es fácil si lo intentas, como decía John Lennon.
Ricardo Siller Cárdenas