Imaginemos que tú estás planeando iniciar un negocio al rededor de algo que es totalmente tu pasión. Por ejemplo, el café.
Imaginemos que te encanta tanto el café, que estás decidiendo entre varias opciones de negocio al rededor de éste producto, ya sea poner una cafetería, una nueva marca de café, importar café desde América del Sur o diseñar una cafetera innovadora.
Gerber explica que cuando un emprendedor desarrolla un negocio al rededor de una pasión, dicha pasión se reduce, debido a que el 99% de las actividades ya no tienen qué ver con el producto o servicio que en un principio fue el motor del emprendimiento, sino con actividades paralelas propias del negocio, tales como finanzas, administración, ventas y marketing.
Así que, ¿Deseas emprender un negocio por que te apasiona algo? No lo hagas.
Vale la pena repetirlo: NO LO HAGAS.
Sigue Leyendo:
Si te apasiona algo, es mejor que vayas a hacerlo en algún lugar en donde ya se esté haciendo. Ve y consigue un trabajo que sea el trabajo de tus sueños y que te permita hacer eso que a ti te encanta y te fascina.
En síntesis, emprender no es para alguien que le guste algo o se apasione por un asunto determinado.
Habiendo dicho lo anterior, el objeto del negocio es lo de menos. Emprender es para alguien que se apasione con el emprendimiento como tal, con crear oportunidades de negocio, con dar trabajo y por supuesto, con las actividades propias del negocio al rededor de ese objeto, sobre todo ventas.
Aquí aprovechamos para comentar que si vender no es de tu gusto, idealmente no deberías poner un negocio, ya que prácticamente emprender es vender, y sin ventas, tu emprendimiento simplemente no correrá.
Tampoco te aconsejamos poner un negocio con la ilusión de contratar a alguien que haga las ventas. Si bien es verdad que en algún momento (y provisto que tu emprendimiento funciona) tendrás que formar tu equipo comercial, antes de eso, tú deberás ser quien venda, de lo contrario, nunca tendrás los recursos necesarios para fortalecer tu emprendimiento y llegar a contratar a personas.
Después de leer a Gerber, es fácil darse cuenta que el 90% de la gente comienza al revés; primero la pasión por el producto o servicio y no por el emprendimiento en sí mismo.
Tu objetivo o misión como emprendedor no debería ser el café como tal, sino la oportunidad de dar empleo, generar economía y sobre todo, gusto y pasión por las ventas.
Ricardo Siller Cárdenas