
Probablemente tú también te acuerdes de esas épocas si eres de mi generación, querido lector.
Recuerdo que en mi primer día de mi primer trabajo (el cual, lo tuve mucho antes de graduarme, de hecho), quien era mi jefe, me provee de una lista de contactos y me dice: Ten, llámales a todas éstas personas y consígueme citas con ellos.
12 semanas después de recorrer esa misma lista casi 3 veces sin haber podido pasar más allá del filtro de las asistentes, de manera muy cínica, mi jefe atinó a responderme: It is what it is.
Como te podrás dar cuenta, querido lector, en aquellas épocas, a finales de la primer década de éste milenio, la vida laboral de un vendedor, asistente o analista Jr. era más simple. Tu trabajo era simplemente agarrar el teléfono y hablarles con coqueteo y flirteo a las asistentes y recepcionistas para que pudieran ponerte a Don Chingón en la línea.
De hecho, tengo una anécdota que pocas veces cuento, por que parece broma, pero no lo es: En una cita de credenciales con una empresa prospecto, varios de mis compañeros preguntaron que por qué ellos no iban a ir y yo sí...
... El jefe respondió: Por que en esa empresa, la mayoría son puras señoras de arriba de 45 y nada más a Ricardo le hacen caso.
Supongo que esa es la razón por la cual, las soft skills y las habilidades interpersonales se volvieron una especie de core competencies posteriormente demandadas por las empresas.
Lo irónico de todo es que cuando estaba yo graduándome, pensaba yo que al salir formalmente al mercado laboral, se iba a requerir de mí que hablara de temas que me eran pertinentes a mi background de carrera y que me fascinaban; temas de economía, empresa, industria, comercio internacional, etc.
En lugar de eso, me encontré con que lo único que se requería de mí era hablarle con pinzas a la asistente del prospecto para que no se molestara por llamarle a la hora del taco mañanero. Ese era el grueso de mi día laboral.
Y si me lo preguntas, un total purgatorio.
Me causaba conflicto pensar que cuando yo llegara a posiciones de liderazgo, iba a tener qué demandarle y delegarle ésto mismo a mis empleados. Y no me parecía nada justo para el uso de las habilidades y talentos natos de los recién graduados.
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De la máquina de escribir al Word Processor y de las láminas al Power Point o Keynote.
En tus épocas, todo lo que necesitabas para tener un empleo era simplemente tener competencia en PowerPoint, Keynote y Excel avanzado (De hecho, todavía lo es).
Yo no tengo la dicha de tener hijos (aún), pero entiendo que los niños hacen uso proficiente del Word, PowePoint y del Excel en sus años formativos de primaria y secundaria, y se tiene la expectativa de que TODOS seamos capaces de utilizar éstos productos.
¿No has pensado que lo mismo está sucendiendo con las plataformas sociales? Si piensas que Instagram y Facebook son medios para adolescentes jugando a ser cool, podrías estar en un error.
Si piensas que TikTok es un medio social que sólo sirve para que la gente se ridiculice con bailes, estás en un error.
Hoy en día, las empresas hacen uso de herramientas de Business Intelligence para hacer reportes, y muchos de nosotros hemos tenido qué re-educarnos en ese tipo de herramientas (y de la infraestructura que hay detrás de esas herramientas; por ejemplo; a mí me tomó un infierno aprender TABLEAU).
La información está ahí y queda a criterio tuyo ponerla en el formato que desees.
Hay un cambio que está tomando forma a partir del 2018. Muchas empresas (Sobre todo en USA y UK) están pidiendo a los candidatos que sean proficientes en el uso de las plataformas sociales, sobre todo LinkedIn.
Todavía en el 2017, yo pensaba que Musical.ly (Hoy TikTok) era una app social para niños de menos de 15 años y resulta que hoy por hoy, las empresas también la están utilizando.
(Claro, la aplicación aún se encuentra en fase de crecimiento y todavía no podemos saber con certeza si para cuando llegue a su fase de maduración, seguirá siendo relevante, pero vale la pena estar al tanto).
Si eres reclutador(a), muy probablemente tienes una pila de CV's que se ven todos igual (incluyendo el mío... Lo acepto... No noy perfecto).
Lógicamente te vas a LinkedIn a hacer un mejor juicio de la persona en su perfil, y lo más bonito de ésta plataforma es que puedes itemizar todo acerca del candidato y tener un entendimiento más amplio de la persona, no sólo en lo laboral. Eso te dará una idea del "fit" cultural del mismo.
En LinkedIn puedes observar si la persona es graciosa, buena onda, trabajadora, buen fit para tu empresa, etc. En fin, creo que es posible hacer un buen juicio en qué traería un candidato a tu empresa si lo contratas.
Desde luego, ahora que LinkedIn fue adquirido por Microsoft hace relativamente poco, el desarrollo de la plataforma ha avanzado muchísimo y ésto, aunado con los cambios societales impulsados por las plataformas sociales, cada vez nuestra presencia en dichas plataformas es imperativa.
Es como decir que hoy día, un analfabeta funcional sería alguien que no tiene proficencia en las plataformas sociales.
Desde luego, va a haber mucha gente que no le guste eso, pero me temo que el mundo simplemente no va a dar ningún paso atrás y las plataformas sociales estarán aquí para quedarse.
Ricardo Siller Cárdenas