Soy asiduo lector del blog popular de Facebook "Humans of New York" (HONY), en donde su autor, Brandon Stanton, publica de manera periódica historias de gente común en las calles de la Gran Manzana.
Nunca, desde que comencé a leer dicho blog, una historia me había provocado tantos sentimientos encontrados como la de éste caballero:
"Estaba teniendo dudas acerca del matrimonio casi inmediatamente. Estaba pensando en pedir la anulación, pero luego quedamos embarazados. Así que me quedé estancado por 20 años.
Lo estaba haciendo muy bien durante esos años, pues estaba ganando $100,000 al año como abogado. Eso era demasiado dinero en los 60's. Vivíamos en la calle más fina de Charlotte (Carolina del Norte). Pero aún me sentía miserable.
Así que desde el momento en que nuestros hijos crecieron, simplemente me fuí. Le dejé a mi esposa todo. La casa, la cuenta bancaria, el Mercedes... Todo. Ni siquiera les dije adiós. Solamente dicté una nota a mi secretaria, llamé a la agencia de Rolls Royce, y les pedí que recogieran el auto en el aeropuerto.
Volé a New York con nada excepto $800 dólares, gritando: 'Libre al fin! Libre al fin! Libre al fin!'"
Vale la pena pasar tiempo leyendo las historias de Humans of New York. Click Aquí.
Nunca, desde que comencé a leer dicho blog, una historia me había provocado tantos sentimientos encontrados como la de éste caballero:
"Estaba teniendo dudas acerca del matrimonio casi inmediatamente. Estaba pensando en pedir la anulación, pero luego quedamos embarazados. Así que me quedé estancado por 20 años.
Lo estaba haciendo muy bien durante esos años, pues estaba ganando $100,000 al año como abogado. Eso era demasiado dinero en los 60's. Vivíamos en la calle más fina de Charlotte (Carolina del Norte). Pero aún me sentía miserable.
Así que desde el momento en que nuestros hijos crecieron, simplemente me fuí. Le dejé a mi esposa todo. La casa, la cuenta bancaria, el Mercedes... Todo. Ni siquiera les dije adiós. Solamente dicté una nota a mi secretaria, llamé a la agencia de Rolls Royce, y les pedí que recogieran el auto en el aeropuerto.
Volé a New York con nada excepto $800 dólares, gritando: 'Libre al fin! Libre al fin! Libre al fin!'"
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