Si tú eres una de esas personas, ya sea que estés retomando el hábito o sea ésta la primera vez que agarras una mancuerna, primero que nada te felicito por tomar esa decisión, ya que sin temor a equivocarme o parecer frívolo, provocarle movimiento y reto al cuerpo, para mucha gente es el punto de inicio desde donde se deriva toda una corriente de cambios que les llevan a ver una persona totalmente diferente en el espejo al cabo de algunos años
(Nada más pregúntale al vato que comenzó a entrenar después de que su ex lo mandara por un tubo o a tu amigo el que era el nerd en la secundaria 😂😎).
El otro día mencioné que a la semana, en Monterrey, me veo en la necesidad de acudir a 6 o 7 gimnasios diferentes, dependiendo de cuál me quede más cerca en ese momento. Por lo que algunas personas me pidieron consejo acerca de qué deben tomar en cuenta a la hora de elegir dónde entrenar.
Por lo tanto, he aquí 7 tips que yo considero que debes de saber.
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Si algo me han enseñado 20 años de artes marciales, es que no necesitas de enormes aparatos o mil chingaderas para hacer un buen work-out. Cualquier gimnasio, hasta el más humilde, puede ser bueno para tí, si sabes (y te enseñan bien) lo que estás haciendo.
Simplemente no necesitas ir a un club deportivo mamonsísimo a pagar 1,500 pesos al mes.
Si llego a un gimnasio en donde no tengan la banca para press (raro, por que en todos debe haber una), sé que tengo otras 10 variedades de entrenar pecho/mecánica de empuje/trícep que incluyen o no mancuernas, kettlebells, paralelas o hasta el mismo suelo.
(Por cierto... Conozco una colega que no entrena en un gimnasio si no tienen la máquina Smith... Lo sé... Pinche mamona... Ojalá se arrobe sola, la wey).
Lo importante en un gimnasio no es tanto el equipo que tengan, sino que la raza te reciba bien y te sientas a gusto con los demás clientes y coaches.
Si de plano no percibes una calidez amistosa y de apoyo en ese espacio (y más aún justificando que es tu primera vez entrenando), mejor retírate por que no vas a aguantar ni 3 meses ahí, así tengan todo el equipo del mundo.
Observa el siguiente video:
Al chile, yo preferiría entrenar ahí con esos chavos con lo poco que tienen. Pero en lugar de eso, a veces me veo en la necesidad de tener qué entrenar en un cierto gimnasio mamón y caro en San Pedro nada más por que no tengo otra opción.
2).- El dueño, la administración, los coaches y demás personal, idealmente deben estar ahí para servirte a tí como lo que eres: un(a) cliente que paga.
Te voy a decir algo que nadie más te lo va a mencionar:
Si bien es cierto que en los últimos años ha habido una proliferación enorme de gimnasios en todas partes y ahora tenemos más opciones (un pinche gimnasio en casi cada esquina), la realidad es que la mayoría de ellos, aunque pasan por “gimnasios”, en realidad son el club social personal del dueño y los pendejos huevones de sus amigos/achichincles.
No estoy exagerando... La realidad es que muy pocos gimnasios (10%) son verdaderos centros de entrenamiento y formación de atletas... El 90% restante de gimnasios (en cada pinche esquina) son nada más una cantina fitness.
Es bien común en esos lugares que si no eres amigo del dueño (o no pelaste al coach acosador cuando te tiró la onda, si eres mujer), te van a ignorar o hacerte sentir que te están haciendo un favor al tenerte ahí, pero nadie va a molestarse por ir a enseñarte o entrenarte, aunque te vean desorientado(a).
Si te toca uno así, mándalos a chingar a su madre y vete mejor a otra parte en donde sí les interese entrenarte (o en donde mínimo no te molesten), ya que, por si fuera poco, ésta misma actitud generalmente la van a reflejar otros clientes (amigos de los dueños, sobre todo) quienes probablemente se van a portar groseros(as) contigo nada más por que tienen más tiempo entrenando.
De hecho, a mucha de esa gentuza pendeja hasta les molestan los newbies que llegan en Enero y se van a portar patanes contigo en la forma de acaparar el equipo y excluirte de las dinámicas de entrenamiento con tal de que no vuelvas.
Confieso que alguna vez yo también fui de esos ogetes que era culero con las personas que llegaban en Enero y ya no regresaban en Febrero... Hasta que luego entendí que el que la persona se quedara o no, dependía mucho de mi actitud como cliente o como coach.
Por eso ahora procuro echarle la mano a alguien si veo que es nuevo(a), ya que sé exactamente lo que es la experiencia de ir por primera vez a un lugar en donde la presión social es inevitable (en TODOS los gimnasios) a hacer cosas con tu cuerpo que nunca has hecho y con gente desconocida.
Ten por seguro que si una persona así recibe una mala cara o simplemente se siente ignorada y excluida, esa persona nunca va a volver y será una oportunidad perdida... Para el dueño del gimnasio...
Muchos de esos dueños de gimnasios, a través de los años, me han dicho: “¡Es que la raza es huevona y no quieren entrenar, por eso no vienen y no duran!”
No, pendejo... Es que tus pinches minions amargados y tus coaches afeminados que se sienten dueños del espacio, hacen todo lo posible con tal de tirar mala vibra a los newbies. Si tuvieran todos una cultura de servicio, tendrías los Viernes en la noche y Domingos en la mañana en pleno frío de Diciembre atiborrado de gente motivada y apasionada entrenando (y tú ganando buena lana y no batallando con la renta del local).
En síntesis: la actitud de servicio cuenta un chingo y eso lo notas desde el primer día.
3).- Una cosa es un buen atleta y otra muy diferente es un buen coach:
Tratándose de box, por ejemplo, yo preferiría que me entrenara Nacho Beristáin con sus 80 años de experiencia que el pendejo de Canelo Alvarez con sus millones que a mí no me sirven de nada.
Vale más un buen coach bien cabrón que, aunque no se vea muy atlético, sea una enciclopedia de conocimientos y esté al pendiente de tu progreso, en lugar de que te pongan a un mamado que a penas sabe hablar español y lo tienen ahí nada más de mascota, o por que el imbécil no puede conseguirse un trabajo de verdad.
No digo que todos los coaches deben estar certificados o tener credenciales, por supuesto que a veces vale más la experiencia.
Pero lamentablemente el siguiente es el caso en la mayoría de los gimnasios; te ponen a un wey dizque mamado al que tienen ahí nada más por que el señorito ganó 1er lugar en una competencia equis e irrelevante hace 7 años pero no conoce la mecánica ósea de los movimientos a entrenar y hasta puedes terminar lastimado(a) por un mal coacheo.
Y lo de “mamado”, en muchos de los casos, se trata de un wey que está hasta la madre de Trembolona, TRT y Winstroll, pero obvio no te van a decir y hoy en día, hay demasiados anabólicos (“chochos”, pá que me entiendas) en la calle.
Es más; he aquí el colmo de los colmos; a la raza le da más vergüenza hoy día decir que están ciclándose (consumiendo esteroides) pero no les da vergüenza decir que fuman marihuaga o consumen cocaína... Hasta les dá orgullo, de hecho.
Otra típica señal de alarma de un coach mediocre es el wey que acosa a las clientas y si lo rechazas, te ignora, o el que entrena en horas de trabajo y se molesta si le pides apoyo.
Afortunadamente tengo años que mi conocimiento y experiencia sobre el tema (En entrenamiento con pesas y artes marciales) rebasó la necesidad de depender del consejo de imbéciles mediocres y puedo entrenarme yo solo (y tú también deberías hacer lo mismo y educarte a tí mismo)...
Pero lamentablemente éste es un tipo de cabrón que todavía te lo encuentras en cualquier gimnasio del país, por lo que te va a sonar bien mamón lo que voy a decir, pero lo que pagas por mes vale más que la actitud de dos pesos de un cabrón de éstos...
Acuérdate, se trata de tu salud y tu bienestar; si le vas a invertir dinero y tiempo a tu cuerpo, mereces que te entrenen bien y que te formen como atleta de manera apropiada.
4).- Ubicación:
El gimnasio que elijas, te tiene qué quedar a pocas cuadras de tu casa, a 5 minutos manejando o en un trayecto que ya hagas (del trabajo a la escuela, por ejemplo). Al menos en ésta primera etapa de tu experiencia.
Si tienes qué manejar varios kilómetros o desviarte de tus trayectos, te van a ganar las excusas y no vas a durar ni madre. Y en ésta primera etapa de tu experiencia, las excusas para no ir a entrenar sobran.
5).- Los resultados visibles van a tardar:
Pueden pasar 12 o 18 meses y lo gorda o lo bofo no se te va a quitar. Así que si en realidad te late el tema, le vas a tener qué chingar un buen rato y mucho más que todo el mes de Enero en que planeas ir antes de ver a una persona completamente diferente.
La explicación sencilla es que tu cuerpo estará desarrollando integridad muscular y de tejidos conectivos y desarrollo de tu perfil hormonal en preparación para las ganancias en fuerza, músculo y/o reducción de porcentaje de grasa, lo cual puede tomarte 6 meses, 2 años o hasta 5 años. Todos los cuerpos (y voluntades) son diferentes.
¿Pero a quien le importa cuanto tiempo tome?. Ésto es un maratón, no una carrera. Tú chíngale, diviértete, conoce gente, edúcate, pártete la madre y ayuda a otros. Todo eso es, en realidad, lo bonito de ir a un gimnasio.
Nada más no te conviertas en uno de esos cabrones “fitness” insufribles que ahora son puro ejercicio, se la pasan subiendo memes de “no pain-no gain”, suben mil fotos y videos en el “yin” y nunca te aceptan una rebanada de pastel o una cerveza por que están a dieta y caen mal y nadie les habla.
Yo soy de esos que nunca me aviento una rebanada de pastel, nunca me aviento una cerveza con mis amigos y caigo mal y nadie me habla. No seas un “como yo.”
6).- Experimenta:
Algo que probablemente no te lo van a decir es que el cuerpo tiene su propia inteligencia.
Por ejemplo; yo sé perfectamente bien que con mi estatura y habilidades natas nunca podría haber sido bueno en básquetbol o voleibol.
E incluso jugué con las fuerzas basicas de los Rayados a los 12 años y ni así fui bueno en el fútbol...
... Hasta que luego descubrí que a mi cuerpo se le facilitaba tirar madrazos y hacer piruetas en el aire. Y ahí me quedé. Desde luego, la calistenia y el entrenamiento de fuerza y volumen con pesas es la base.
Si de plano llega Febrero y te das cuenta que levantar pesas no es lo tuyo, prueba otra cosa... clases de baile, pole dancing, ciclismo, etc. pero haz algo y mueve tu sedentario trasero.
Yo soy de la firme postura en que TODOS, sin excepción, debemos estar haciendo algún tipo de actividad física obligatoriamente. Y no existe eso de que "yo no soy bueno con el ejercicio", por que como ya lo mencioné, todos tenemos algún tipo de inteligencia en el cuerpo, así peses 120 kilos en éste momento.
Y más aún, si eres el tipo de persona que nunca ha hecho actividad o tienes años de no hacer mucho, esa inteligencia está ahí esperando a ser descubierta y la tienes enterrada en capas gruesas de malos hábitos y sendentarismo.
Así que adelante, mi estimado(a)... El proceso de explorarte y descubrirte te va a tomar un buen rato... En Enero a penas vas a estar poniendo un pie en éste recorrido.
7).- Smart Fit:
Por favor... NO...
Ve a otro lado aunque tengas qué pagar más. Pero no mames.