"El problema es que los jóvenes no leen"... Decía autoritaria y amargamente éste maestro de baja estatura con una voz gangosa y afeminada, quien usaba pantalones plisados, camisa a cuadros mal fajada, barba desaliñada y unos ridículos lentes de botella.
Tanto repetía éstas palabras ese maestro. Pero al final del semestre, el cometido no se lograba; simplemente a nadie le nacía el amor por la lectura.
A mí personalmente los esfuerzos de éste maestro me parecían consternables, además de concluir tres observaciones en referencia a ese hecho y que bien valen la pena considerar en el caso en el que tú seas maestro:
1).- Los "jóvenes no leen" ni en ese día, ni hoy, y ni en ninguno, por que no les estás dando una razón para que lo hagan.
2).- Los que probablemente sí quieren leer, simplemente no quieren leer lo que tú lees. En tal caso no les estás dando una razón que tenga qué ver con ellos. Quizás les diste una razón que tenga qué ver contigo, pero a ellos no les importas tú, les importan ellos mismos.
4).- Tú dirás, "Esa no es mi responsabilidad, ese es un hábito que deben traer desde sus casas y de sus padres". Pero resulta que si el Estado o una escuela privada te han otorgado la encomienda de tenerlos durante una o varias horas al día, en dado caso TÚ sí eres el responsable, y yo como padre de familia tengo esa expectativa de tí.
3).- Esos mismos jóvenes que tanto criticas, te están observando. Ven que eres una persona sin carácter, que a tus 40-50 años no tienes la autoridad suficiente para comandar un salón de clases. Y probablemente emanas amargura debido a que no pudiste hacer otra cosa mejor en la vida más allá de dar clases.
Obviamente esos jóvenes no quieren terminar como tú, que te jactas insufriblemente de "Sí leer".
Muchos de esos jóvenes están observando, en cambio, al cacique del barrio. Aquel que no estudió, pero que maneja negocios ilícitos, conduce un auto o pick up impresionantes, porta armas, tiene dinero y siempre lo acompañan mujeres hermosas.
Sigue Leyendo
Cuando observen ambos ejemplos; tú, el maestro cansado y sin interés, que prefieres irte de juerga a un bar con tus compañeros desde el Miércoles hasta el Sáabdo, y el Lord del barrio, que impone orden y voluntad, ¿A quién crees que van a elegir por emular?
"Es que así están las cosas en éste país de mierda", te escucho decir.
Pero no eres consciente de que la verdadera "mierda" (por así decirlo, extirpando todo ápice de mal gusto en la expresión) es el hecho de que en un contexto donde conviven varias culturas, prevalece, domina y gana aquella con más fuerza.
Y sucede que en éste al que tú llamas "País de mierda", la cultura que glorifica al que porta armas y está por encima de la ley domina sobre las demás, y especialmente a aquella cultura que glorifica al que más lee y se educa.
Domina más, no por que ésta haya cobrado fuerza por sí sola... Si no por que personas como tú y todos los que se quejan de "Los jóvenes que no leen" han permitido que así sea.
Simplemente tú y tu gente le robaron vida y fuerza a la cultura de la lectura y la educación, en pos de ir cada Miércoles o Sábado al bar de moda a tomar alcohol barato (por el que pagaste caro) y tomarse selfies, para luego regresar a tu casa con tus perros y amanecer con una cruda enorme que te mantendrá en estado de mal humor todo el día siguiente, sin ánimos ni voluntad para conectar a nivel personal con tus alumnos y ver pasar las horas compartiendo memes en Facebook...
... Mientras que el Lord de los negocios ilícitos trabajó duramente para promover su cultura en pos de reclutar soldados urbanos desechables en los barrios marginados de éste al que tú llamas "País de mierda", darles armas, y lanzarlos a las calles a pelear por nada, más que por su propio interés económico.
Yo no creo en el karma. Ese concepto me parece un tema para niñas despechadas y hombrecitos afeminados con temor de salir del clóset. Creo firmemente que eso a lo que llamamos "Casualidades" son simples probabilidades matemáticas que no entendemos.
Y creo que existe una enorme probabilidad de que tu carencia de responsabilidad en éste sistema, en el asunto de los "Jóvenes que No Leen", un día te va a cobrar la factura de maneras que no imaginas. A través de una probabilidad matemática que quizás no entiendes, pero que no requiere de tu entendimiento para suceder algún día.
Si tan sólo les ofrecieras a esos "Jóvenes que no leen" una razón lo suficientemente fuerte acerca de por qué deben leer, quizás optarían por tener un libro en mano en lugar de un arma, no importa lo seductora que suene esa proposición.
Pero ese "por qué" comienza por tí.