Es de esperarse, por lo tanto, que la mayoría estemos confundidos respecto a éste concepto.
De hecho, yo le atribuyo a ésta confusión el hecho de que muchas organizaciones fracasen en implementar un programa de transformación digital de manera apropiada.
Por lo tanto, me parece que es necesario continuar aclarando, como ya lo he hecho antes, a qué se refiere éste concepto, comenzando por lo que sí es:
La Transformación Digital es el acto de cambiar radicalmente la manera en cómo una organización funciona, de manera que pueda sobrevivir y trascender en la era del internet.
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Sí, es verdad, habrá quien me diga que en determinados casos, un perfil en Facebook, LinkedIn o website tienen el potencial de cubrir las necesidades de los usuarios/clientes para los cuales una organización trabaja. Y les doy la razón entera, yo mismo me considero evangelista del tema.
Pero se debe dejar bien en claro que éstas mismas plataformas y/o herramientas son el producto, no el propósito.
En el caso de un sitio web, ni el sitio ni la tecnología detrás son lo que importan. Ambas cosas son componentes, piezas de un rompecabezas aún mayor, commodities en el juego de la transformación digital.
Lo que importa es la entrega del servicio, y por lo tanto, la cultura del equipo.
Cultura + Tecnología
Tú podrás preguntarte, querido lector, ¿Cómo es que cultura y tecnología están interconectados?
Te explico:
Hacer una entrega de servicio requiere que una organización desarrolle un entendimiento de las necesidades de sus usuarios (clientes).
A mí personalmente me impresiona cómo muchas organizaciones fracasan en llevar a cabo éste entendimiento, y todo debido al poco o nulo contacto con sus usuarios, excepto cuando hacen encuestas de satisfacción de clientes, las cuales no sirven de mucho y siempre se aplican ya cuando no vale.
(¿Por qué no las considero relevantes? Si tienes qué andarle preguntando a la gente qué piensa de tu servicio o producto después de que ellos ya batallaron para obtenerlo, algo estás haciendo mal.)
Construir esa relación con usuarios reales requiere de dos ingredientes: tiempo y equipo.
1).- Tiempo:
Por que el cambio (o la transformación) no sucede de la noche a la mañana, puesto que la mejor manera que tiene una organización de expresar su compromiso con el fortalecimiento de la relación con sus clientes y de expresar dicho entendimiento es entregando productos y/o servicios mejorados e iterados.
Por lo que entre más invierta la organización en demostrarle a sus usuarios que entiende sus necesidades (por conducto de entregarles mejores productos y/o servicios), más fuerte será la relación.
2).- Equipo:
Por que el mejor mecanismo para que todo lo anterior funcione es un equipo empoderado, ágil y multidisciplinario.
Con empoderado me refiero a que el miembro no está atado por interrupciones de finanzas, recursos humanos y management que buscan la manera de justificar sus trabajos.
Con ágil, me refiero a que los miembros del equipo deconstruyen el trabajo en pequeñas piezas para hacerlo más administrable y llevar a cabo pequeños cambios. Ésto hace que el trabajo esté enteramente fundado en lo que ellos aprendieron de su investigación con usuarios reales y no con adivinanzas... o peor, fundado en los caprichos del líder.
Con multidisciplinario me refiero a que todos los cerebros necesarios están en el mismo cuarto, al mismo tiempo, en el mismo canal, trabajando constantemente juntos y enfocados en éste problema único.
Cultura + Innovación
Entonces, en cuanto a Transformación Digital se refiere, mucho se ha escrito también sobre su concepto emparentado, innovación.
Pero en la praxis, veo a muchos líderes hablar, por ejemplo, sobre el tema de blockchain, pero sus empleados continúan mandando faxes.
Peor aún, muchos hablan de estar a la vanguardia en los servicios que proveen, pero sus empleados aún venden con tecnología de los 80's (llamadas en frío y publicidad impresa, por ejemplo. Lee éste artículo, para que tengas una referencia de lo que hablo).
Te voy a decir algo, querido lector; lamentablemente, la innovación no va a venir de laboratorios, ni de la inteligencia artificial, ni de blockchain o de cualquier tecnología que esté de moda.
La verdadera innovación proviene de equipos a los que se les permite HACER.
Equipos, como por ejemplo,
- El del gobierno argentino que implementó licencias de manejo digitales en 65 días.
- O el del equipo mexicano que creó el sitio gob.mx para expedir actas de nacimiento.
- O del equipo del Co-operative Group en Manchester, quienes construyeron una app muy simple para comunicar a su staff operativo sobre las rotaciones de sus puestos, con la facultad de cambiar turnos cuando ellos lo necesitaran.
Todos éstos son equipos que HACEN cosas, empoderados por líderes que les permiten desarrollarse solos. Ellos son los verdaderos innovadores.
La Transformación Digital No es Asunto de TI
Me parece que la lección para los líderes es mucho más simple de lo que la gente imagina.
Muchos, por las mismas razones que mencioné al principio de éste artículo, se sienten desconectados de éste proceso de transformación debido a que sienten que es el área de los techies y de los nerds.
Si se trata de un asunto de TI, entonces, ¿Para qué me involucro?.
Por consecuencia, éstos cambios los llevan a cabo la gente de TI. Puede que pasen cosas, pero no hay una transformación de a de veras.
Es urgente aclarar ésto: La Transformación Digital no es un asunto sólo de TI, y no comienza desde el área de TI, por muy contradictorio que ésto suene.
La Transformación Digital comienza desde el liderazgo y por eso es un tema de liderazgo.
Es un tema que se resuelve trayendo líderes a tu organización (o desarrollándolos desde adentro) para que decidan cosas, empoderen personas y equipos, y que confíen en su profesionalismo y su expertise.
De hecho, me atrevo a ir todavía más arriba y afirmar que la Transformación Digital comienza en el Consejo de Administración, y sólo es posible llevarse a cabo por líderes que sepan qué significa, y que hagan posible el proceso.
Lo vuelvo a repetir:
La Transformación Digital es el acto de cambiar radicalmente la manera en cómo una organización funciona, de manera que pueda sobrevivir y trascender en la era del internet.
Ese cambio radical es difícil, no por que sea complicado (de hecho, no todos los procesos de Transformación Digital lo son). Es difícil por que es principalmente una función de gente, comportamientos y relaciones.
Pero lo más difícil de todo, es asegurarse que todos entienden no sólo lo que debe cambiarse, sino POR QUÉ debe cambiarse.
Al final del día, los mejores equipos que hacen las cosas están empoderados por líderes que comunican, en lugar de dar órdenes.
Ricardo Siller Cárdenas